El Centro Ocupacional de Fundación Instituto para la Integración Social exhibió su lado más tenebroso con motivo de la fiesta de Halloween. Como es tradición, las trabajadoras de las instalaciones del barrio del Actur encarnaron a unos seres del inframundo y crearon el particular pasaje del terror con una ambientación de miedo.
El habitual comedor se transformó en una oscura gruta del horror en el que los usuarios y usuarias del centro ocupacional debían enfrentarse a personajes poco amigables que bien podían ser protagonistas de algunas de las películas más clásicas del cine de terror. Telas de araña, muñecos siniestros, sangre (simulada) y otros elementos de decoración contribuyeron a crear una atmósfera de lo más perversa.
Al Centro Ocupacional acuden diariamente 35 personas con discapacidad intelectual leve y/o moderada.
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